Los monasterios de Grecia, Meteora, remontan sus orígenes al siglo XI, cuando los monjes eremitas se instalaron por primera vez en las cuevas de los imponentes pilares rocosos. En el siglo XIV, la primera comunidad monástica organizada fue establecida por Athanasios Koinovitis, del monte Athos, que fundó el Gran Monasterio de Meteoron en 1356. Con el tiempo, se construyeron 24 monasterios en lo alto de los acantilados, que sirvieron como retiros espirituales y refugios durante periodos de agitación política, incluida la ocupación otomana. En el siglo XVII, muchas empezaron a decaer y hoy sólo quedan seis en activo, habitadas todavía por monjes y monjas. Reconocido como sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1988, el complejo de Meteora es una extraordinaria mezcla de maravilla natural y patrimonio bizantino, que ofrece una profunda visión de la vida monástica ortodoxa.